“Nuestro método de formación es educar desde dentro, en lugar de instruir desde fuera: ofrecer juegos y actividades que además resulten atractivos para el muchacho, lo eduquen seriamente en el aspecto moral, mental y físico” BP.
Cuando pensamos en la progresión y evolución de los scouts, nos viene a la cabeza un grupo de troperos o de lobatos, en una teórica de pedagogía scout, como adolescentes que son y que tienen que vivir
en la urbe o ir un día al campo en perfecta armonía.
Pero no todo es así. La formación escultista tiene otras muchas formas de formar al muchacho y de cerrar ese marco ideal de compañerismo, vivencias con otros scouts y en la sociedad donde vive. Por eso hemos participado en un curso de primeros auxilios.
Gracias a la evolución de los trabajos, colegios etc. en nuestra sociedad, se ha demostrado que todo el mundo es útil en una situación de emergencia y que puede salvar una vida en un momento dado.
Nosotros, los scouts adultos, somos miembros de esa sociedad, así como parte útil de nuestro grupo o Asociación, por lo que somos reclamados para participar en numerosos eventos donde se nos asignan ocasiones de servicio a los demás. No solo a los demás, sino en nuestras propias actividades, podemos ser útiles los unos a los otros.
Para ello no está demás que nos formemos no solo como personas y tengamos una relación de fraternidad como compañeros o miembros de una comunidad, si no como herramienta de ayuda y auxilio.
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